EUROPA

Ciudad moderna e histórica, la transformación sufrida en los últimos años la han convertido en un destino sumamente atractivo. Los diamantes conviven con consagrados diseñadores de moda.

Sin lugar a dudas podría ser la nueva capital europea por su gran oferta de museos, los edificios históricos y la arquitectura vanguardista. Una escapada a la capital alemana siempre aporta alguna novedad con la incorporación de una gastronomía creativa.

Si en invierno la capital del Tirol es el paraíso del esquí, cuando llega el buen tiempo se convierte en destino de senderistas. Un cuidado casco antiguo con numerosas tiendas y museos, es la alternativa urbana que se pude completar con un buen café con leche acompañado de la excelente tarta Sacher.

Niza, pinceladas de impresionismo en la Costa Azul

Ciudad mediterránea, su arquitectura es el fiel reflejo del glamour de principios del siglo pasado. La trastienda de la ciudad, el Vieux Nice, muestra la Niza más animada y popular.

Florencia, el arte entre los colores de la Toscana

Pasear por sus calles es como hacerlo en un museo al aire libre. La città dell'arte no decepciona como tampoco su gastronomía en las trattorias de toda la vida.



Pisa y Lucca, dos perlas de la Toscana

 Por su proximidad y buena comunicación con Florencia, no debes perderte en tu visita a la città dell'arte, dar una vuelta por Pisa y Lucca, dos perlas de la Toscana.


Leipzig, arte, música y revolución

Lejos de los circuitos turísticos habituales es probablemente la gran desconocida. Liepzig, donde se forjó la caída del muro de Berlin en 1989, es una ciudad volcada en las artes y vinculada a grandes autores musicales.

Lovaina, patrimonio histórico y diversión

A cuatro pasos de Bruselas, Lovaina es una ciudad universitaria que bulle de animación con un patrimonio histórico que deja embelesados a los que la visitan. Arte, gastronomía y cerveza se dan la mano.

Malta, un escenario de cine

Por su situación en el centro del Mediterráneo, Malta fue un territorio deseado a lo largo de la historia. Los pueblos que pasaron por este conjunto de islas dejaron un magnífico patrimonio arquitectónico que junto a un paisaje de excepción, se ha convertido en el destino perfecto para unas vacaciones.

Oporto, un paseo junto al Duero

Bañada por el río Duero, Oporto es una de las ciudades más atractivas de Portugal. Su casco antiguo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad, esconde rincones y monumentos de gran belleza. Calles estrechas y empinadas te elevan hasta la catedral (Sé) y el barrio de la Ribeira junto al río Duero, atrae una ingente cantidad de gente que quieren disfrutar del ambiente.

Burdeos, mucho más que un vino

Burdeos, bajo su aire clásico, es una ciudad en constante transformación. Con un extenso casco antiguo reconocido como Patrimonio de la Humanidad, hace 20 años que proyectos novedosos no dejan de sucederse. El último, la Cité du Vin, un recorrido por el mundo del vino desde todas las culturas y los más diversos aspectos.

Cracovia, bella ciudad medieval

Cracovia (Kraków) mantiene intacto su aspecto medieval. Ciudad histórica y de bello trazado, todo el casco antiguo está declarado Patrimonio de la Humanidad y la mayor parte es zona peatonal. En un extremo, la colina de Wawel amurallada y con vistas al Vístula, incluye una interesante catedral y el Palacio Real.

Graz, una ciudad con pedigrí

La que fuera capital europea en el 2003, ofrece la posibilidad de pasear por un cuidado casco antiguo en cuyas fachadas se refleja un amplio legado histórico. Ciudad de festivales durante todo el año y de proyectos arquitectónicos atrevidos que compiten con las piedras históricas.

Nápoles, a la sombra del Vesubio

No se parece a ninguna otra ciudad italiana y no deja indiferente a nadie. Dos mil quinientos años de historia y donde las calles llenas de ropa colgada y los grafitis en las paredes forman parte de un arte que se completa en los numerosos palacios y templos. Un cúmulo de circunstancias que convierten a la capital de la Campania en un destino único para ser visitado en cualquier época del año.

Linz, la ciudad creativa

Fue fundada por los romanos con el nombre de Lentia y durante un tiempo fue una de las ciudades importantes del Sacro Imperio Germánico. Capital cultural europea en 2009, se ha transformado profundamente y aunque sigue luciendo el barroco por los cuatro costados, ha apostado por las nuevas tecnologías y el arte de vanguardia con dos museos, el Ars Electronica Center y el Lentos que compiten de noche iluminado sus fachadas y tiñendo de colores el Danubio.

Viena, cultura, música y modernismo

La Viena imperial, la ciudad de la cultura y la música es también el 2018 la del modernismo. Este año se celebra el centenario de la muerte de cuatro grandes creadores -Klimt, Schiele, Moser y Wagner- a los que la ciudad dedica memorables exposiciones. Además, Viena sigue luciendo el barroco de sus palacios, la historia de los Habsburgo, espléndidos museos y los cafés símbolo de toda una época.

Cerdeña, la isla de las cien caras

Tan diversa, tan próxima y tan desconocida, Cerdeña ofrece todos los aspectos imaginables como destino turístico. La cultura milenaria de sus antiguos pobladores, la huella histórica de los pueblos que la conquistaron y el mar color esmeralda que da nombre a una de las costas más afamadas como destino turístico del Mediterráneo.