Pirineo navarro

Amalgama de paisajes, verbena de colores 

Sinfonía en cuatro estaciones

Las cuatro estaciones del año se hacen sentir en el Pirineo navarro. En la primavera el deshielo hincha los ríos que contribuyen a proporcionar verdor al paisaje; con la llegada del verano las fiestas y el bullicio inundan pueblos cargados de historia que conservan su arquitectura tradicional; el otoño viste las mejores galas en los bosques y a los verdes de los abetos se unen los tonos anaranjados de hayas y castaños; mientras que durante el invierno el blanco manto de la nieve se hace sentir en las cumbres pirenaicas.

Imprescindibles

* Valle de Baztán

* Cuevas de Zugarramurdi y Museo de la Brujería

* Ochagavía y la Selva de Irati

* Los danzantes de la Virgen de Muskilda

* Queso del Roncal y migas en la Venta de Juan Pito

Si en el Pirineo navarro hay una época que evoca las leyendas ésta es el otoño. Días no demasiado calurosos y noches frescas invitan al paseo, a descubrir nacimientos de ríos, monasterios cargados de historia y fábricas de armas que en otros tiempos fueron relevantes. Todo esto en un ambiente de brumas que nos recuerdan que en el pasado estas fueron tierras de brujería o simplemente, de buenas gentes que en su quehacer diario estaban más ligadas a las energías de la tierra que a los designios divinos. Al final de la jornada, pequeños hoteles de ambiente acogedor ofrecen el merecido descanso y como no, una buena gastronomía.

Arte y brujas

Iniciaremos nuestra ruta por el territorio de Xareta que agrupa los municipios de Sare y Ainhoa en el Lapurdi y Urdazubi/Urdax y Zugarramurdi en Navarra. A este lado de la frontera, Urdax se distingue por ser un pueblecito ordenado con un monasterio transformado en centro de arte, un molino harinero en funcionamiento y la cueva de Ibakuru que nos asombrará por el mundo subterráneo que esconde. Zugarramurdi se hizo famosa por el proceso inquisidor que se inició a principios del siglo XVII y que terminó con once personas condenadas a morir en la hoguera por actos de brujería -cinco de ellas ya habían perecido en la cárcel-. Las cuevas donde se sitúan los aquelarres son un monumento natural que vale la pena visitar así como el Museo de la Brujería, un verdadero lugar para la reflexión. Ambas poblaciones disponen de numerosos y populares restaurantes y para los que deseen andar un poco, hay un circuito a pie que enlaza las cuatro poblaciones, señalizado con el símbolo de un pottoka (poney).

Baztán y Bertiz

Vista desde el alto de Artesiaga
Vista desde el alto de Artesiaga

La N-121-B nos llevará a recorrer el valle de Baztán acompañados por el río del mismo nombre. Si queremos ver su nacimiento deberemos acercarnos a la cascada de Xorroxin, desde el núcleo de Gorostapolo por un bonito paseo a pie. Baztán, es tierra de noble pasado como queda patente por los escudos que ostentan las fachadas de los caseríos. Uno de los pueblos que mejor acuña estas características es Amaiur-Maya, ya sea por el gran arco que nos recibe a la entrada o por ser el último reducto de resistencia en el año 1522 a la incorporación de Navarra al reino de Castilla. Justo en el punto de intersección de los valles de Baztán y Bidasoa, una joya de la naturaleza se ha conservado hasta nuestros días. Se trata del Señorío de Bertiz, finca de algo más de dos mil hectáreas declarada parque natural. Se puede visitar el Centro de interpretación, el antiguo palacio, el jardín botánico y realizar algún recorrido por un frondoso bosque atlántico, hasta alcanzar la cumbre del Aizkolegi que con sus 830 m es la máxima altura del Parque.

Para continuar nuestra ruta debemos retroceder hacia Elizondo, la capital del valle de Baztán, para tomar la NA-1740, una carretera de montaña que cerca de su punto más alto, el collado de Artesiaga (996 m), rinde homenaje a los prisioneros antifascistas que fueron obligados a construirla en unas pésimas condiciones. Fantásticas vistas acompañarán nuestra conducción con la posibilidad de cruzarnos con alguna vaca en medio del camino. Así que, precaución.

Valles de Aezkoa y Salazar

Después de 22 km de recorrido desembocaremos en la NA-138. A la izquierda, camino de Francia, encontraremos las ruinas de la que fue Real Fábrica de Municiones de Eugi. Nuestra ruta prosigue por el lado contrario bordeando el embalse de Eugi hasta llegar a la N-135. Dirección a Roncesvalles y superado el puerto de Erro penetramos en el valle del mismo nombre. El recorrido transcurrirá ahora paralelo a la cadena pirenaica por la NA-140, enlazando los valles de Aezkoa y Salazar con poblaciones cuyos cascos antiguos se agrupan en torno a la iglesia. El mirador de Ariztokia cerca de Garralda, ofrece una fantástica panorámica sobre el Irati. En Aribe, un puente de piedra sobre este río crea la imagen más bonita de esta población. Garaioa, con bello templo gótico del siglo XIII, Abaurrea Alta/Abaurregaina, la población a mayor altitud de Navarra y Jaurrieta, son algunas de las localidades que nos encontraremos a lo largo de la ruta. Desde Aribe podemos desplazarnos hasta Orbaitzeta, en cuyo barrio de Larraun se encuentran las ruinas de lo que fue una antigua fábrica de armas en el siglo XVIII. Este punto es también una de las puertas de entrada a la selva de Irati, una de las manchas de hayedo-abetal más extensas y mejor conservadas de Europa, por donde vale la pena dar un paseo.

En Escároz nos encontramos con el río Salazar que da nombre al valle. Siguiendo por la NA-140 la primera población es Ochagavía/Otsagabia, una de las más bellas del Pirineo navarro. Aquí se juntan los ríos Zatoia y Anduña; alrededor del segundo cruzado por cuatro puentes, se extiende un conjunto de casas blasonadas con balcones corridos de madera y ventanas, cuyos colores le aportan un toque de alegría a la piedra. Vale la pena visitar el Centro de Interpretación y acercarse al santuario de la Virgen de Muskilda a la que los danzantes rinden pleitesía el 8 de septiembre. Si queremos disfrutar de la naturaleza, una serpenteante carretera nos acerca a la ermita de la Virgen de las Nieves en el corazón de Irati.

Selva de Irati

El bosque o la Selva de Irati se encuentra ubicado en la parte más septentrional de los valles de Salazar y Aezkoa. Es una de las manchas de hayedo-abetal más extensas y mejor conservadas, no sólo de España, sino también de toda Europa. Aquí pueden verse grandes áreas intactas de ecosistema forestal primitivo y ejemplares de hayas y abetos que llegan a alcanzar hasta los cincuenta metros de altura.

Cascada del Cubo. Irati
Cascada del Cubo. Irati
Irati es un bosque mágico y no sólo por su valor natural sino por las leyendas que se esconden en la fronda. Aunque cualquier época del año es recomendable para acercarse a este espacio natural, durante la primavera y el otoño el bosque se muestra en todo su esplendor y ofrece un espectáculo cambiante de vida y colores. Entre los meses de abril y junio el verde explota en sus hojas y cuando llega el otoño, los tonos anaranjados y ocres de la hoja caduca forman una sinfonía de colores. Es época también de recogida de hongos y de la berrea cuando los ciervos compiten por poseer el mayor número de hembras. Una amplia pista forestal cruza este espacio natural. En vehículo sólo se puede acceder a los lugares autorizados (embalse de Irabia) y hay numerosos recorridos para realizar a pie.

Roncal y Belagua

Isaba
Isaba

Superados los 1.120 m del puerto de Lázar llegaremos al valle de Roncal, el más oriental de la comunidad navarra. Surcado por el río Esca, sus paisajes van desde las amplias vegas en su extremo sur hasta la alta montaña pirenaica en el norte. El desgaste producido por la corriente fluvial ha originado estrechos barrancos como la Foz de Burgui, puerta natural del valle y lugar de paso de los almadieros que aprovechaban la primavera para trasladar los troncos camino del Ebro. Isaba, al abrigo de la peña Euzkaurre, es la capital del valle y en la población de Roncal, podemos visitar el mausoleo y la casa-museo del tenor Julián Gayarre.

Para terminar nuestra ruta nada mejor que dirigirnos hacia Belagua. La NA-137 nos conducirá por un paisaje plagado de hayedos que emergen entre formaciones kársticas. Después de 24 km con un final zigzagueante pasaremos por el Centro de Montaña con pistas de esquí y numerosos senderos, para llegar a la frontera donde se encuentra la Piedra de San Martin, a 1.760 m. Aquí cada años se rememora el pacto de la Tres Vacas entre los habitantes de ambos lados de la línea divisoria. Podemos pactar nuestros particulares deseos y celebrarlo tomando unas migas en la Venta Juan Pito que hemos dejado más abajo.

Valle de Belagua
Valle de Belagua

Guía práctica

La ruta propuesta discurre a través de 185 km -sin contar la rutas alternativas- con la posibilidad de entrar y salir a través de la frontera francesa.

Donde comer y dormir

En toda Navarra y en el Pirineo, el turismo rural está muy desarrollado lo mismo que los pequeños hoteles con mucho encanto y buenas propuestas gastronómicas. A continuación recomendamos algunos que nosotros hemos probado.

Arotxa. Legasa. Cerca de Bertiz, bacalao, chuletón y solomillo entre otras delicias gastronómicas. www.arotxa.com

Hostal Casa Sario. Jaurrieta. Establecimiento familiar con una cocina imaginativa que se nutre de las recetas tradicionales. Disponen de habitaciones. www.casasario.com

Kixkia. Ochagavía. Para los que gusten del menú de sidrería este es el establecimiento adecuado. www.kixkia.com

Hostal Irigoienea. Urdax. Rodeado del bonito entorno natural del valle de Urdax encantador hotelito en un caserón con más de dos siglos de historia. www.irigoienea.com

Hostal Lola. Isaba. Establecimiento tradicional con decoración rústica y buena cocina. www.hostal-lola.com

Más información

Turismo de Navarra www.turismo.navarra.es

Xareta www.urdax-dantxarinea.com www.turismozugarramurdi.com

Parque de Bertiz www.parquedebertiz.es

Otsagabia/Ochagavía www.ochagavia.com

Valle de Roncal https://vallederoncal.es

Selva de Irati www.irati.org