IRLANDA, la isla Esmeralda

Tradicón, cultura y verdes paisajes aliñados con una pinta de cerveza

Del verde esmeralda

Inmortalizada con el nombre de Isla Esmeralda por el poeta William Drennan a finales del siglo XVIII, esta isla de 84.000 km2 tiene tantos paisajes como historia reflejan sus piedras. Verde a más no poder, aquí nació una de las culturas más antiguas de Europa. La música tradicional y la cultura del pub son algunas de sus señas de identidad.

Castillo de Dungaire.Kunvarra.The Burren
Castillo de Dungaire.Kunvarra.The Burren

Un poco de historia

A esta isla, a la que nunca llegaron los romanos, mantuvo la cultura celta desde el año 7.000 a.C hasta el 1.000 d.C. Mientras en el continente se luchaba contra las invasiones bárbaras, Irlanda se convertía en la "Isla de los Santos y los Sabios". En el siglo V Saint Patrick, el que más tarde sería patrón de Irlanda, ya deambulaba por estas tierras y en la Edad Media los monjes irlandeses recorrían Europa fundando monasterios. La cultura gaélica era transportada a los libros sagrados y esta tradición de grandes escritores se ha perpetuado a través del tiempo con personajes como Flann O'Brien, Oscar Wilde, Samuel Beckett, James Joyce y Seamus Heaney, entre otros. A la literatura se ha unido la música, la tradicional y la moderna, de la mano de grupos como U2, Chieftains, Thin Lizzy, Van Morrison y Christy Moore. Si a esto unimos la cerveza Guinness, la cultura del pub, el curach como embarcación tradicional, el rugby y el hurling, una especie de hockey sobre hierba, tendremos una definición casi perfecta del país.

Abadía de Kylemore. Connemara
Abadía de Kylemore. Connemara

Imprescindibles

* Dubín, la capital con sus barrios y monumentos

* Galway y las islas de Arán

* Las regiones de Burren y Connemara

* Belfast y Londonderry en Irlanda del Norte

* La animada ciudad de Cork

* La costa atlántica

* Los mpresionantes acantilados Cliffs of Moher

* El Parque Nacional de las Montañas de Wicklow

Dubín, una ciudad con mucha historia
Puede ser el punto de partida para conocer el resto de Irlanda. Su centro histórico despierta interés por los monumentos y numerosos pubs desde donde se han escrito grandes obras de la literatura irlandesa. Se encuentra en la costa este de Irlanda y se extiende en forma de herradura ocupando el centro de una gran bahía. El río Liffey atraviesa el centro de la ciudad y la divide en dos zonas. Tanto de día como de noche el bullicio se concentra en O'Connell Street, Henry Street y Mary Street en la parte norte del río y en Grafton Street y Temple Bar en el sur.

El centro de la ciudad no es muy grande y un recorrido puede empezar en la popular estatua de James Joyce, en Earl Street North tocando a O'Connell Street, donde se encuentra la General Post Office (Oficina de Correos) con sus columnas dañadas por las balas del conflicto por la independencia de 1916. Los líderes republicanos Padraig Pearse y James Connolly que lideraron el alzamiento, leyeron el documento que proclamaba la independencia de Irlanda desde las escalones de su fachada. Cerca se levanta la altísima Spire, un monumento en forma de aguja metálica.

Dublin Castle
Dublin Castle
Estatua dedicada a James Joyce
Estatua dedicada a James Joyce

Después de cruzar O'Connell Bridge y pasar por delante del Banco de Irlanda, llegaremos al Trinity College, una universidad originariamente protestante fundada en 1591 por Isabel I, en cuya biblioteca se encuentra la colección más grande de libros y manuscritos de Irlanda con el Book of Kellsque data del siglo IX. Pasando por el lado de la famosa estatua de Molly Malone y bajando por Grafton Street, una de las calles comerciales por exelencia, se llega a St. Stephen's Green, un agradable parque en medio del bullicio. En la cercana Merrion Square veremos muchos edificios georgianos con sus características puertas coloridas y arqueadas; el parque es un buen sitio para relajarse al lado de la estatua de Oscar Wilde que mira hacia la casa que le vió crecer. En el lado oeste de la plaza, a lo largo de Merrion Square West, encontramos la National Gallery que contiene además de una colección de arte irlandés, pinturas de grandes maestros europeos; a su lado hay otro edificio de interés, la Leinster House que alberga el Parlamento irlandés con la National Library a su lado.

En el punto más alto de la ciudad se encuentra Christ Church Cathedral que se levantó en el siglo XII, en estilo gótico y contiene una magnífica cripta. Cerca, el Dublin Castle ha estado desde siempre relacionado con el poder. Otros edificios de interés son St. Patrick's Cathedral fundada a finales del siglo XII y dedicada al patrón de Irlanda; el Ha'Penny Bridge construido en 1816 como un puente para peatones para cruzar el río Liffey con la intención de cobrar un peaje -de aquí su nombre-; la Fábrica Guinness para aprender todo sobre la cerveza más famosa del país y ver una panorámica de la ciudad desde el Gravity Bar o la Old Jameson Distillery donde te cuentan la historia del whisky irlandés.

Christ Church Cathedral
Christ Church Cathedral

No hay que olvidar el Temple Bar descrito como el barrio cultural de Dublín. Las calles adoquinadas y la presencia de edificios restaurados hacen atractiva esta zona que está impregnada de negocios. Es un sitio agradable para pasear, ir de compras, tomar unas cervezas durante el día o de marcha por la noche. Una zona que se ha desarrollado recientemente y luce los avances de la arquitectura es Hanover Quay, que ha regenerado los alrededores del canal atrayendo galerías de arte, teatros y modernos edificios residenciales.

El "Jardin de Irlanda"

El condado de Wicklow, situado al sur de Dublín, lleva el apodo de "Jardín de Irlanda" por su verdor y frondosidad. Hay playas de arena que se extiende a lo largo de la costa este, así como montañas de granito, ríos y valles y de gran belleza, como Glenmalure, Glencree, Glenmacnass y Glen of Imaal. Es un lugar para aquellos que quieran hacer un break de la ciudad o para los que les guste hacer deportes de aventura o practicar el golf . El paraje más conocido en Wicklow es Glendalough, el valle de los dos lagos que alberga las ruinas de un monasterio del siglo VI fundado por San Kevin. En él se educaron hijos de nobles en manos de los sabios monjes irlandeses. Después de sufrir varios saqueos de daneses y normandos, se acabo abandonando con la Reforma protestante. Aún se mantiene en pie una típica torre redonda y algunas cruces celtas. Es un paraje mágico para pasear o retroceder en la historia.

 Powerscourt Waterfall © Turismo de Irlanda
Powerscourt Waterfall © Turismo de Irlanda

Otra parada frecuentada en Wicklow es la Powerscourt House, con su jardín y cascada. Esta casa restaurada del siglo XVIII está equipada con tiendas de diseño, cafés y una pista de golf. Sus cuidados jardines de inspiración italiana con la Powerscourt Waterfall que con sus121 metros de caída es la cascada más alta de Irlanda, son un buen lugar a pocos kilómetros de la ciudad para hacer un pic-nic.

Hacia el oeste del país

Irlanda tiene un paisaje muy variado a pesar de ser un país pequeño; no supera los 300 km de este a oeste, lo cual quiere decir, que ningún punto del país se encuentra a más de 150 km de la costa. Un litoral escarpado sobre todo en el condado de Clare, entre la desembocadura del río Shannon hasta la ciudad de Galway. Quizás este sea el paisaje más espectacular de toda la costa Atlántica junto con el del condado de Kerry, con sus altas montañas y vertiginosa costa. Impresionantes acantilados como los Moher (Cliffs of Moher) de más de 200 metros de altura que son un verdadero balcón al mar abierto; en las grietas del acantilado habitan multitud de aves que ignoran el asombro de los turistas espectantes en la cima.

Cliffs of Moher
Cliffs of Moher
Dolmen de Poulnabrone en la región The Burren
Dolmen de Poulnabrone en la región The Burren

La región de The Burren en el mismo condado, es otra de las zonas espectaculares de la isla. Se trata de una gran extensión en forma de terrazas de origen cárstico; la exclusividad de su geología, los restos arqueológicos, su flora y fauna, han convertido este lugar en Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Galway, la capital de la costa Atlántica, es una ciudad moderna, juvenil y abierta al mar que conserva su esencia cultual. Está regada por el río Corriby diversos canales la hacen aún más atractiva. Es un lugar acogedor con calles peatonales por las que pasear y extensas zonas verdes. El pub Pádraics, junto al muelle, fue la casa donde nacio el escritor irlandes Pádraic Ó Conaire, que tiene una estatua en el jardin del City Council, el ayuntamiento de la ciudad.

Galway
Galway

Al extremo norte de la bahia de Galway se extiende la región de Connemara, una zona gaeltacht, es decir, de habla irlandesa. Rodeada prácticamente por agua salada y dulce como si de una península se tratara, su costa laberíntica de calas escondidas y playas de arena blanca acoge pequeños pueblos que fueron refugio de pintores, escritores y políticos los cuales quedaron atrapados por ese paisaje melancólico tocado por los colores de la naturaleza.

Región de Connemara
Región de Connemara

Las Islas Arán, la tradición como forma de vida

Las aguas que bañan el condado de Galway es el entorno marítimo sobre el que se extienden Inis Mór, Inis Meáin e Inis Oírr o, lo que es lo mismo, las islas de Arán. Conservando muchos aspectos de la vida tradicional irlandesa, este trío de peculiares formaciones fascina a los miles de visitantes que llegan a ellas cada año con su paisaje entrecruzado con muros de piedra, una característica tradicional del occidente irlandés. Para llegar a ellas, basta con disfrutar de un trayecto en ferry desde Rossaveal, a las afueras de la ciudad de Galway, o un vuelo de 8 minutos desde Connemara. Desde playas de arena fina y aguas cristalinas, hasta casas rurales con techos de paja, las Islas Arán son una atracción estupenda para recorrer en bicicleta.

Músico en las islas de Arán
Músico en las islas de Arán
Jarseys típicis en las islas de Arán
Jarseys típicis en las islas de Arán

Cork, la ciudad animada

Cork creció en una isla en medio del río Lee y presume de ciudad llamativa y animada con cafés de moda, galerías de arte, museos singulares y pubs realmente maravillosos. Además de atraccionestan célebres como el Mercado Inglés o English Market, la Galería Municipal de Arte Crawford, la Fuerte Elizabeth, la Catedral de San Finbar o incluso el Museo de la Mantequilla

El Condado de Cork invita a viajar recorriendo sus pueblos llenos de color, cada uno con una personalidad tan única como el anterior. Acercarse a Kinsale para probar su gastronomía es más que recomendable, como también lo será visitar el pueblo de Skibbereen con su mercado o respirar el ambiente bullicioso de Clonakilty. Quienes prefieran relajarse en plena naturaleza encontrarán su oasis perfecto en las grandes extensiones de vegetación salvaje de la península de Sheep's Head, agitada por poco más que el silbido del viento al pasar por las minas de cobre abandonadas del Atlántico.

En la ciudad costera de Cobh la conexión con el mar es muy fuerte. Destaca en su puerto las casitas multicolor y sus tejados, que rodean también su sorprendente catedral. En 1912, Cobh vivió la llegada del Titanic, al que embarcaron 120 pasajeros. En la Titanic Experience, los visitantes se sumergirán en la crónica de aquel malogrado viaje, siguiendo las vidas de aquellos que zarparon desde la ciudad. Destaca además el Cobh Heritage Centre, que lo explora todo: desde Annie Moore, la primera inmigrante que atravesó la Isla Ellis camino de Nueva York, hasta los barcos de convictos que salieron rumbo a Australia en 1801.

La cultura del pub

Un viaje a Irlanda no se puede considerar completo sin visitar sus pubs. En las zonas rurales el pub era el lugar donde los hombres acostumbraban a reunirse para debatir política y los comerciantes para acabar la transacción comercial con un par de pintas (cada pinta equivale a medio litro aproximadamente). Era un sitio al que acudian exclusivamente hombres y que hoy está abierto a todo el mundo excepto a los menores, que deben esperar hasta los dieciocho años para disfrutar del craic (expresión irlandesa para referirse al ambiente del local).

La pinta de cerveza negra se sirve en dos veces y hay que esperar para tomar el primer trago, hasta que el color marron de la cerveza se vuelva negro. En muchos pubs es posible disfrutar de la música tradicional irlandesa, interpretada al son del violín, acordeón, flauta, gaita, guitarra y bodhran, un tambor que se encarga de llevar el ritmo. Cualquier momento es bueno para escaparse al pub, y dado el tiempo lluvioso de estas tierras, ese es el lugar de reunión preferido por todos. En el pub se habla, se bebe, se rie, se escucha música, se canta, se flirtea, y se derraman más de una pinta, pero sea como sea el craic está asegurado. Y antes de dejar el pub para volver a casa o continuar la fiesta en otro local, cuentan que no está de más tomarse una última pinta para acortar el camino; o como dicen los irlandeses, one for the road!.

Irlanda del Norte

Actualmente se ha convertido en un destino ideal para los amantes del turismo activo, con dos ciudades -Belfast y Londonderry (Derry para los irlandeses católicos)- que aglutinan parte de la oferta cultural, no en vano la segunda de ellas fue declarada Ciudad de la Cultura en el 2013, con un sistema de murallas de 400 años de antigüedad que se extiende a lo largo de 1,5 km de circunferencia. El territorio de Irlanda del Norte se distribuye en seis condados, de entre ellos el de Atrim tiene como capital Belfast que también lo es de toda Irlanda del Norte. Después de una profunda rehabilitación esta ciudad se ha vuelto alegre y divertida, llena de monumentos y comercios. Rebautizada como "capital de la música" el reloj de la torre Albert continúa marcando su pulso urbano. Aquí el Titanic, ha vuelto a revivir su glorioso pasado; recién sacado de un montón de chatarra, vuelve a ser una nave visible desde cualquier punto de la ciudad. Un recorrido guiado por la ciudad te conduce por los lugares más emblemáticos (www.the-titanic.com). Otro interesante recorrido es el que ofrecen algunas organizaciones visitando los barrios más famosos por sus murales políticos y aprendiendo la historia de la ciudad https://coiste.ie. Pero en Belfast también puedes visitar el Jardin Botánico, admirar las vidrieras de la catedral de Santa Ana o acercarte hasta Barnett Demense, un bello espacio natural próximo a la urbe.

Muralla en Londonderry © Turismo de Irlanda
Muralla en Londonderry © Turismo de Irlanda

Guía práctica

Irlanda forma parte de la UE por lo que para entrar en el país sólo es necesario el DNI. La moneda es el euro.

Cómo llegar

En avión. Las compañías Iberia (www.iberiaexpress.com), Vueling (www.vueling.com), Air Lingus (www.airlingus.com) Easy Jet (www.easyjet.com) y Rynair (www.ryanair.com) ofrecen vuelos desde distintos lugares de España hasta Irlanda.

En barco. Desde Santander se ha puesto en marcha un barco de la naviera Brittany Ferry con posibilidad de transportar el vehículo que, un par de veces por semana -jueves y domindo- enlaza hasta Cork, en el sur del país.

Otra solución es ir hasta el norte de Francia (Cherbourg) para tomar un ferry directo hasta Irlanda.

Cómo moverse

En Irlanda se conduce por la izquierda y el cinturón de seguridad es obligatorio en todos los asientos del vehículo. Tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte, el límite de velocidad en zonas urbanas es de 50 km/h (30 millas/h), en carreteras es de 100 km/h (60 millas/h) y en autopistas es de 110 km/h (70 millas/h). En la República de Irlanda la mayoría de las señales indican la distancia en kilómetros, pero los límites de velocidad aún se indican en millas por hora. Todas las señales y los topónimos se indican tanto en irlandés (gaélico) como en inglés. En Irlanda del Norte todas las señales y límites de velocidad se indican en millas y los topónimos en inglés.

Rutas

Estos enlaces acortados os ayudarán a descubrir rutas y lugares emblemáticos para disfrutar del país.

Ancestral Este de Irlanda: https://bit.ly/2Kk9hzi

Ruta costera del Atlántico: https://bit.ly/2KlUwMv

Kilronan
Kilronan

Gastronomía

Los pubs irlandeses ofrecen comida tradicional a buen precio. La patata es la protagonista en la gastronomía irlandesa, pero también hay otros productos como el salmón, la trucha y la carne, tanto de oveja y ternera como de cerdo, tan popular en los famosos desayunos irlandeses.En Galway tienen fama las ostras regadas con Guinness, inclusive hay una fiesta dedicada a este marisco. Algunos platos típicos son el coddle (sopa con trozos de verdura y carne de cerdo o cordero), el boxty (pastel de patata con distintos rellenos), el estofado irlandés (Irish stew) o la tradicional col con beicon (bacon and cabbage). La bebida por excelencia es la cerveza, sobre todo la Guinness que se sirve bien fria, aunque tambien encontramos otras cervesas irlandesas como la Kilkenny y la Murphys. Los whiskies más famosos son el Jameson y el Paddys.

Compras

Los productos típicos de Irlanda son la joyería de Claddagh, los jerseys de lana de Arán, la cristalería de Waterford y algún CD de música irlandesa. El anillo de Claddagh (Claddagh rings) puede representar distintas cosas dependiendo de la manera que se lleve puesto.

Festivales

Repleta de sonidos tradicionales y manteniendo una pintoresca estética medieval, Galway acoge en el mes de julio su emblemático Festival Internacional de Arte que ofrece un intenso programa de actividades y espectáculos, incluyendo teatro, danza, música, ópera, shows callejeros, artes visuales, debates y comedia.

Festival Internacional de Arte en Galway © Turismo de Irlanda
Festival Internacional de Arte en Galway © Turismo de Irlanda

Cada año, el 16 de junio, Dublín rinde tributo a James Joyce con la Fiesta de Bloomsday, cuyas celebraciones suelen incluir vestir a modo de personajes del libro y con prendas que recrean el estilo de la época. Uno de los artículos de lujo de Bloomsday es el sombrero de paja. Las celebraciones se presentan en diferentes formas, como lecturas públicas, representaciones y visitas a los lugares y establecimientos mencionados en el libro. Dublín se torna así en una estampa pintoresca, un reflejo histórico que puede maridarse con los pubs con música en directo que salpican la ciudad.

Evidentemente St. Patrick's Day, el 17 de marzo, es una de las jornadas más celebradas no solamente en Dublín sino en todos los lugares del mundo donde hayan irlandeses. En la capital de Irlanda hay desfiles por el centro de la ciudad y los pubs bullen más de lo habitual.

Más información

Turismo de Irlanda. www.turismodeirlanda.com

Texto: Jordi Bastart. Fotos: Jordi Bastart y Turismo de Irlanda