CUPRA BORN                                                                       

Sacamos conclusiones y os explicamos las sensaciones

Ya os contamos en esta web los datos generales más destacados de este primer eléctrico de CUPRA, la nueva marca del Grupo VOLKSWAGEN ligada a SEAT. Ahora lo hemos probado durante unos días y os contamos los aspectos más destacados de este eléctrico que promete un interesante futuro en ventas.

Es un coche con un diseño atractivo y sobre todo deportivo, como corresponde a un Cupra, lo cual se repite en el interior, pero sobre todo en el comportamiento.

Llevamos el primer acabado que ha salido al mercado, con 204 CV de potencia y batería de 58 kWh. Ahora empiezan a llegar las versiones de 231 CV y batería de 77 kWh, que mejoran tanto la autonomía como la potencia, pero la verdad es que este motor y esta batería responden bien.

Deportivo por fuera

Hermano mellizo del Volkswagen ID.3, el Born tiene unos rasgos más deportivos, y en el caso de nuestra unidad de pruebas además del color Gris Quasar, que llama mucho la atención, destacan las llantas de aleación de 20 pulgadas Blizzard Glossy Black con detalle en color Cooper. Eso sí, tenemos que contar con 1.520 € a añadir en el precio del coche.

El aspecto deportivo lo completan los detalles en 3D del pilar C, el spoiler aerodinámico en el portón trasero, las taloneras en color gris o el paragolpes delantero con spoiler en color Cooper. También destacan los faros delanteros FULL LED con función de visibilidad reducida.

Y por dentro

Al abrir la puerta y sentarnos en el puesto de conducción, destacan varios elementos del interior. El volante es de piel (luego vemos que además es calefactado), el logo CUPRA, que podría parecer exagerado, en cambio le da un toque de atracción interesante; como es lógico en un coche de estas características, dispone de controles táctiles retroiluminados, y luego también comprobamos que tiene respuesta háptica, que para que lo entienda todo el mundo, quiere decir que nos avisa con vibraciones cuando nos salimos del carril.

El cuadro de instrumentos es digital cockpit, hoy imprescindible en un coche de estas características, con pantalla de cristal líquido en color de alta resolución, que permite cambiar de configuración con un solo botón.

La pantalla central es flotante y táctil, de 12 pulgadas de serie.

Y no pasan desapercibidos los pedales, que al ser de aluminio insisten en el carácter deportivo.

Comportamiento

Antes de ponernos en marcha hacemos un repaso de los diferentes elementos. En primer lugar, tenemos que decidirnos por unos de los tres perfiles de conducción:

- Confort: para una conducción relajada, que es la que utilizaremos en general, sobre todo si hacemos trayectos un poco largos, o si no tenemos prisa, queremos ir más cómodos y de paso ahorrar energía. Es el perfil que encontraremos por defecto.

- Perfomance: o lo que es lo mismo, un comportamiento dinámico y deportivo

- Individual: es más complicado porque tenemos que elegir una configuración que ajustaremos según el equipamiento del vehículo.

Iniciamos la marcha y ya nos resulta familiar conducir un eléctrico: sin ruido y con el par motor inmediato. El empuje lo notamos rápidamente, gracias a los 204 CV de potencia y 7,3 segundos de aceleración de 0 a 100 km/h, que de 0 a 50 km/h es todavía mayor, con menos de 3 segundos. También notamos esa fuerza ya en marcha al salir a la carretera, lo cual nos ofrece seguridad.

Sin balanceos, porque como ya hemos comprobado en los nuevos eléctricos, el reparto de las baterías, la distancia entre ejes (2.766 mm) y la tecnología hace que casi nos olvidemos del peso superior a los de combustión, y que las inercias estén controladas. También notamos los efectos de la dirección progresiva.

Seguimos en modo Confort, pero queremos un poco más y pasamos al modo Perfomance. Las sensaciones deportivas afloran y cada vez se van pareciendo más a las de un coche de gasolina o diésel.

De todas maneras, la frenada se alarga un poco más que en los de combustión, por supuesto por el tipo de vehículo y porque pesa más, pero es cuestión de tenerlo en cuenta, y, además, se enciende el piloto que nos indica que vamos regenerando las baterías y por tanto la autonomía, que siempre alegra.

Consumo y autonomía

Hablando de autonomía, cuando coges un eléctrico lo primero que miras al sentarte frente al volante es la autonomía de la que dispone, porque no vamos a engañarnos, a diferencia de un vehículo de combustión debemos tener en cuenta esa cifra, puntos de recarga, recorridos, etc.

Nos dio una autonomía de hasta 340 km, lo cual está en la media esperada de este nivel de batería, de 58 Kwh, a pesar que los datos oficiales lo alargan hasta 417 km, pero eso ocurre solo en recorridos y circunstancias muy concretas.

El consumo oficial es de entre 15,5 y 16,7 kWh, y a nosotros nos dio 17,5, con recorridos por carretera general y de curvas y por una vía rápida. En total llegamos a los 340 km de autonomía, que no está nada mal, pero siempre pensando dónde encontraremos un punto de recarga.

PRECIO DE LA UNIDAD PROBADA, 40.900 € + 1.520 llantas: 42.420 €