Grand Tour de Catalunya
De Lleida a Figueres recorriendo el Pirineo
El Grand Tour de Catalunya es un itinerario circular de más de dos mil kilómetros diseñado para descubrir Cataluña en un mes y está divido en cinco tramos de diversas etapas cada uno. Incluye todo lo que no nos podemos perder y el recorrido discurre por carreteras con baja densidad de circulación, lo que nos permitirá conocer este país mágico, visitar monumentos y espacios naturales, y disfrutar de numerosas experiencias tanto del ámbito gastronómico como de turismo activo, cultural y termal.
Este reportaje es continuación de los dos publicados anteriormente y que encontrará en este mismo portal y que relatan el recorrido de los tramos 3 y 4 del Grand Tour de Catalunya.
Tramo 3. De Lleida a la Seu d'Urgell. 357 km
Nuestra ruta se dirige ahora hacia tierras pirenaicas. Pasamos por Balaguer acompañando el río Segre y cruzamos el desfiladero de Tarradets para vislumbrar la sierra del Montsec, donde el Centro de Observación del Universo nos permite disfrutar del cielo más nítido de Cataluña. Diversas opciones se nos presentan en este territorio: volar en tándem con parapente, realizar senderismo por el desfiladero de Mont-rebei, remar por el embalse de Terradets o practicar escalada con alguna de las empresas especializadas. El desfiladero de Mont-rebei, un sendero excavado en la roca a una cierta altura de las aguas del embalse de Canelles, es una magnífica opción exenta de peligro, para los senderistas que deseen andar algo más de una hora.
Antes de llegar a Tremp, capital del Pallar Jussà, nos podemos acercar hasta el castillo y la colegiata de Mur con reproducción de pinturas murales en su ábside y rebasada esta localidad, los nostálgicos agradecerán la visita a las tiendas del comercio antiguo de Salàs de Pallars. Diversas tiendas como la barbería, la farmacia o los ultramarinos han sido adecuadas para las visitas.
La Pobla de Segur es conocida por el descenso de los almadieros (raiers) que se celebra cada fin de semana de principios de julio. Desde Senterada podemos adentrarnos por la Vall Fosca y subir hasta el lago Gento con el teleférico. En el Pont de Suert estamos a cuatro pasos de la Vall de Boí. Ocho iglesias y una ermita románicas, con sus pinturas murales, fueron declaradas en 2000 Patrimonio de la Humanidad. Más reciente es la declaración de las Fiestas del Fuego alrededor de San Juan, cuando estas montañas se llenan de un reguero de antorchas (falles) que descienden hasta el pueblo. Boí también es una de las entradas al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, un paraíso de alta montaña para recorrer a pie entre más de 200 lagos rodeados de picos de tres mil metros.
Atravesando el túnel por la N-230 llegaremos al Valle de Arán, un valle con personalidad que atesora una lengua propia, patrimonio románico, naturaleza para explorar, deportes de aventura y gastronomía peculiar. Desde Vielha, su capital, podemos explorar todos los rincones de este territorio, calzarnos las botas para seguir cualquier ruta de senderismo o los esquíes para deslizarnos por las pistas de Baqueira-Beret.
Saldremos del Valle de Arán atravesando los 2.072 metros de altitud del puerto de la Bonaigua para, en vertiginoso descenso, adentrarnos en el Pallars Sobirà. Esterri d'Àneu es un buen lugar para conocer las peculiaridades de estos valles de alta montaña y más abajo, Espot es otra de las entradas del parque nacional. Cuando llegamos a Llavorsí nos daremos cuenta del porqué de la capital del rafting, por las numerosas empresas que ofrecen descensos por el Noguera Pallaresa hasta Sort o un poco más abajo, hasta Gerri de la Sal, con su puente medieval y su monasterio.
El Pallars Sobirà posee numerosos valles por los que adentrarse y descubrir antiguas herrerías, aserradoras, ermitas románicas y quesos artesanales, una de las delicias de estos pueblos y más concretamente de la Vall d'Àssua con tres queserías artesanales de reconocido prestigio. El Parque Natural del Alt Pirineu es el mayor de Cataluña y se pueden descubrir sus rincones a través de un buen número de rutas señalizadas. Finalmente, por el puerto del Cantó, llegaremos a la Seu d'Urgell cuya catedral románica es de imprescindible visita y en el Rafting Parc podemos practicar rafting en un circuito cerrado o piragüismo en una extensa lámina de agua.
Tramo 4. De la Seu d'Urgell a Figueres. 357 km
Desde la Seu d'Urgell Emprendemos ruta por la sierra del Cadí para ir descubriendo pequeños pueblecitos con especial atención al de Tuixent, en el que se le dedica un museo a las mujeres que antiguamente curaban dolencias con hierbas medicinales. Gòsol enamoró a un joven Picasso como la montaña del Pedraforca hace lo propio con multitud de excursionistas. Desde la villa medieval de Bagà, después de descubrir la historia de los cátaros, cruzaremos el túnel del Cadí para penetrar en la Cerdanya.
El río Segre dibuja uno de los valles más amplios de Europa, con las sierras del Cadí-Moixeró a un lado, declaradas parque natural y los Pirineos al otro. Pequeños pueblecitos que han conseguido conservar su arquitectura tradicional a pesar de la multitud de segundas residencias, se asoman a cada rincón del territorio. Entre ellos destaca Bellver de Cerdanya y cerca, la monumental iglesia de Santa Maria de Talló. Para los que les gusta andar, muy recomendable es subir en vehículo hasta el refugio de Malniu y, desde allí, emprender una caminata de media hora hasta el lago del mismo nombre. Puigcerdà, la capital de la Cerdanya, es un atractivo centro comercial y poseo un magnífico lago arbolado para pasear. Llivià, enclave catalán en territorio francés, es una rara avis fruto de los pactos políticos del Tratado de los Pirineos.
Pasando por las estaciones de esquí de Masella y la Molina, cambiaremos de comarca para ir hasta Castellar de n'Hug y ver como el agua brota milagrosamente entre las piedras en lo que se conoce como nacimiento del Llobregat. Un monumento al pastor nos recuerda la importancia que tiene este oficio con museo y concurso de perros de pastor. Pasamos frente a la antigua fábrica de cemento de Clot del Moro, ejemplo de edificio modernista convertido en Museo del Cemento. Un trenecito turístico une la Pobla de Lillet con este lugar pasando por los Jardines Artigues, obra de Gaudí. Una carretera de montaña nos acercará a Sant Jaume de Frontanyà para admirar una joya del románico lombardo y luego, al llegar a Ripoll, el monasterio tiene una bella portada bautizada como la "Biblia en piedra". Este cenobio, fundado en el año 879 por Guifré el Pelós, atesora un gran legado histórico y monumental con un bello claustro.
Hacemos un alto en el camino para coger el tren cremallera hasta el valle de Núria, único acceso mecánico para llegar al santuario de Núria y disfrutar de un paisaje rodeado de picos que rayan los tres mil metros. Allí encontraremos una pequeña estación de esquí y actividades de ocio, hotel, restaurante, tienda y centro de información. De regreso nuestra ruta prosigue hasta Sant Joan de les Abadesses con otro monasterio que agranda la leyenda del maléfico conde Arnau. Camprodon es otro pueblo de montaña donde, aparte del puente medieval conocido como Pont Nou tienen fama las galletas y los embutidos que nos pueden servir de compañeros para viajar hacia Beget. El Cristo en Majestad preside la iglesia románica de San Cristóbal de este pueblo encantador. Camino hacia Olot nos deleitamos admirando la pared basáltica por encima de la que se eleva Castellfollit de la Roca.
Vamos a ir dejando los paisajes pirenaicos para enfilar hacia la Garrotxa, territorio de volcanes y hayedos que vale la pena visualizar a bordo de un globo aerostático. Olot nos ofrece una muestra de todo esto con edificios modernistas museos de santos, pintura y escultura y centro de información. Para llegar a Santa Pau tendremos que cruzar el y posiblemente disfrutarlo con algún paseo por su emblemático hayedo o visitando los volcanes Croscat o Santa Margarida.
En Banyoles nos recibirá l'estany, un lago natural con más de seis quilómetros de perímetro por el que vale la pena pasear. Cerrará este tramo la llegada a la ciudad de Figueres después de admirar el puente medieval que, en Besalú, se levanta sobre el río Fluvià. Figueres, capital del Alt Empordà, está unida a Dalí con su Teatro-Museo, un mundo onírico y surrealista que vale la pena saborear. No hay que dejar de lado la visita al Museo del Juguete de Cataluña con más de cinco mil objetos de todas las épocas.
Más información
El Grand Tour de Catalunya incorpora dos propuestas para recorrer el país. La Vuelta a Cataluña en 13 días y el mismo recorrido dividido en cinco tramos de varias etapas cada uno, pensado para realizar durante un mes o evidentemente, por tramos a conveniencia del viajero. Aquí hemos reproducido el tercer y cuarto tramo de este proyecto.
Portal: www.grandtour.catalunya.com
Guía: Grand Tour de Catalunya, los mejores itinerarios en coche. Jordi Bastart. Colección SUA. EN Ruta. 360 páginas. Incluye un mapa general y mapas de cada tramo del recorrido.