En esta ruta nos moveremos por territorio montañoso, por sierras y parques naturales, pero también nos adentrarnos en la zona de secano.

Gósol, entre valles y sierras dentro del Parque Natural del Cadí-Moixeró, cerca del Pedraforca, tiene una curiosidad histórica: Picasso se estableció aquí en 1906 e, inspirado por la singularidad y belleza de estos parajes, pintó algunas de las obras más representativas del arte moderno (en el Centro Picasso de la población hay algunas reproducciones). Tomaremos la C-563 hasta Tuixent, a unos 20 km de bonita carretera. Esta población, con un espacio de esquí nórdico, acoge el Museo de las Trementinaires, dedicado a las mujeres que a base de trementina y plantas aromáticas comercializaban y hacían toda clase de curas basadas en la sabiduría popular. Desde aquí tomaremos la C-462 en dirección norte para hacer un tramo de 52 km hasta La Seu d'Urgell.

Esta población, capital de la comarca de l'Alt Urgell, tiene dos cosas que no debemos perdernos: su catedral románica única en Cataluña y el Rafting Parc, donde en 1992 se celebraron algunas de las pruebas de aguas bravas de los JJOO. Además, La Seu d'Urgell cuenta con algunos establecimientos familiarizados con el Moturismo.

Sin dejar la N-260, haremos un pequeño tramo de unos 5 km hasta Adrall, antes de seguir por la C-14 durante 25 km. Una ruta bonita con curvas poco marcadas, siguiendo el río Segre antes de desembocar en el pantano de Oliana. Es precisamente en este enclave donde encontramos Coll de Nargó, con su iglesia románica de Sant Climent y el Centro Paleoambiental Dinosfera, donde podremos hacer un viaje de 70 millones de años para conocer cómo se reproducían los dinosaurios. Antes de llegar a Coll de Nargó, giraremos a la izquierda para seguir por la L-401.

Esta carretera de montaña pasa por Alinyà, por el Coll de Jou (1.482 m) y llega a Sant Llorenç de Morunys después de recorrer 50 km. Esta hermosa villa conserva los cinco portales de entrada al antiguo recinto amurallado y alberga el Centro de interpretación del Valle de Lord, junto al magnífico claustro del monasterio. El extremo más oriental del municipio está cubierto por las aguas del embalse de la Llosa del Cavall, un pantano que seguiremos hasta su presa, desde la que iremos bajando siguiendo el río Cardener. Unos 22 km de carretera local y muy recta que nos llevará hasta Solsona, que destaca por su riqueza monumental y artística, con elementos como la catedral gótica, el prestigioso Museo Diocesano y Comarcal, el Ayuntamiento renacentista, los edificios modernistas, el pozo de hielo, el Centro de Interpretación Turística del Solsonès, así como numerosas plazas con sus fuentes, que harán las delicias del viajero. Solsona también es conocida por sus coloridas celebraciones, como la Fiesta Mayor y el Carnaval.

Ahora tomaremos la C-451, que, por una orografía aún montañosa pero con un trazado bastante recto, nos llevará en 25 km hasta Biosca. Giraremos a la derecha por la C-1412a y seguiremos 19 km hasta Ponts. Hemos pasado de un territorio montañoso a zonas de cultivo de cereal. Ponts es eje de comunicación que conecta la montaña occidental catalana con el llano de Lleida y la Cataluña central. Muy cerca encontramos la colegiata de Sant Pere de Ponts, ejemplo del estilo románico lombardo. Ponts destaca por su tradición gastronómica, y muy especialmente por la llamada Fiesta del Ranxo (una especie de cocido), que tiene lugar el martes de Carnaval. En un entorno agrícola, y ya entrando hacia la llanura de Lleida, dirección sur, tomaremos la C-14, que posteriormente se convierte en C-26, y en 38 km nos llevará hasta Balaguer, por una carretera rápida y bastante transitada.

Balaguer es el segundo municipio en población de la provincia de Lleida. Destaca la iglesia gótica de Santa Maria, el santuario del Sant Crist, el convento de Sant Domènec y el antiguo cenobio de Santa Maria de les Franqueses. Aparte de los edificios religiosos, son también interesantes el centro histórico, la plaza del Mercadal, los restos del Castell Formós, las murallas góticas, el Museo de la Noguera y el curioso Centro de Interpretación del Oro del Segre.

Por la carretera C-12 nos volvemos a dirigir hacia el norte, con lo cual nos encontraremos de nuevo con las formaciones del Prepirineo. De Àger, nuestro próximo destino, nos separan 33 km. Destaca el valioso conjunto monumental de la colegiata y el castillo de Sant Pere, restaurado, de estilo románico y neogótico. Situado a los pies de la impresionante sierra del Montsec, cuenta con un entorno natural relajante, que podemos complementar con la práctica de deportes de aventura. Àger está considerada la 'capital' catalana de deportes aéreos como el parapente y el ala delta. Por otra parte, a pocos kilómetros de la población tenemos el Centro de Observación del Universo (COU), en cuyas modernas instalaciones los visitantes pueden hacer interesantes actividades pedagógicas y de ocio. Terminar nuestra ruta viendo el firmamento puede ser una buena opción.